sábado, 17 de abril de 2010

La Joya Colonial - Antigua

Casas Bajas de Antigua
Desde su fundación fue nombrada como Santiago de Los Caballeros. Durante su desarrollo se consideró como una de las tres ciudades más hermosas de las Indias Españolas, sin embargo a causa de los terremotos destruyeron gran parte de la ciudad. Aún así, figura en el listado del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Rodeada de volcanes  Agua, Fuego y Acatenango  y  el Cerro de la Cruz que sirven de referencia a los visitantes para ubicarse.
Su arquitectura surgió con características propias acorde a los sismos.  Esta nueva tendencia para la construcción de edificios comprendía el uso de muros gruesos y columnas que perdían su proporción al hacerlas más cortas y gruesas; aun así, a pesar del diseño de pesada volumetría, la mayoría no soportó la sucesión de temblores.
Visita de la ciudad
Palacio de los Capitanes Generales

Estilo de arquitectura

Es gratificante andar por sus calles empedradas, observar las casas bajas de anchos muros de estilo colonial, llego a la Plaza Mayor con su fuente de la sirena, donde se ubican los edificios principales del centro gubernamental, eclesiástico, comercial y social de la Audiencia de los Confines o Capitanía General de Guatemala.
La Catedral de San José, considerada en su tiempo como la más lujosa de Centroamérica. Los terremotos de Santa Marta ocasionaron serios daños en la estructura. En la misma plaza también se encuentra el Palacio de los Capitanes Generales, donde se ubicaban las oficinas gubernamentales, administrativas y militares del Reino de Guatemala. También incluía un espacio denominado "Palacio chico", residencia del capitán general. Actualmente alberga entre otros las oficinas del Instituto Guatemalteco de Turismo, la Policía Nacional Civil y la Gobernación Departamental. El palacio del ayuntamiento. Que contaba con salones para las sesiones de Cabildo, autoridades locales y la "Cárcel del Pobre", que contaba con una capilla para los desafortunados que permanecían en ella. El portal de las panaderas, era el centro de comercio donde se vendía pan. Actualmente la actividad comercial se mantiene con la panadería, cafeterías, restaurantes…
En dirección al Norte me encuentro con el Palacio de los Leones, hoy en día es la Posada de Don Rodrigo, conserva el ambiente de la colonia guatemalteca, con techos pintados a mano, pinturas barrocas y sobre todo su patio.
Arco de Santa Catalina
El Arco de Santa Catalina, que se ha convertido en el símbolo de la ciudad. Era un convento de reclusión, donde las internas evitaban tener contacto con la gente. Al tener más adeptas, construyeron otro edificio en frente, por ello se hizo el arco para que las internas pudieran pasar de un edificio a otro sin ser vistas.
La Iglesia de la Merced, imponente edificio, con tres amplias naves, cúpula majestuosa y elaborado decorado barroco en el exterior cuenta con dos torres campanarios. Fue construido para resistir terremotos con unas bajas columnas en su claustro central y con su bella que superaba en tamaño a todas las otras de su época. Aún así los terremotos de 1717 causaron muchísimos daños en el monasterio y en la iglesia que fue reconstruida.

Tortitas de Maiz
Frígoles de colores
Veo en un local como hacen las tortitas de maíz y llego al Mercado y presenciar el día a día de la gente, sus puestos, la presentación de los productos, con sus coloreados vestidos.


Iglesia de las Capuchinas
El convento de las Capuchinas,  tenía capacidad para alojar a 28 monjas bajo la supervisión de una abadesa. El claustro estaba conformado por celdas que disponían de su propio retrete y área de estudio, motivo por el cual ha llegado a considerarse el primer edificio de apartamentos del continente.  
Finalmente para este día llego al Mercado de Artesanías que está preparado para el turismo, donde se pueden comprar artículos artesanales, tejidos,  pulseras y collares.




Telar de cintura

Por la tarde efectúo la visita de los Alrededores de Antigua, me encuentro con San Pedro las Huertas, lugar tranquilo con una plaza donde está  un estanque con sus múltiples lavaderos donde los lugareños  a diario lavan su ropa. A un lado de esta plaza se encuentra la iglesia con una fachada con columnas e imágenes y el campanario situado en su torre izquierda, es su mayor atractivo.

Luego sigo hasta San Antonio Aguas Calientes, situado en las faldas del volcán de Acatenango, es uno de los pocos pueblos que todavía tejen en telar de cintura, con muestras de pájaros y flores.


Al día siguiente me dirigí a San Vicente Pacaya, allí me encontré con un guía para ascender al Volcán Pacaya, uno de les tres volcanes más activos de Guatemala.
Volcan Pacaya
Cuando sales del vehículo, te ofrecen la posibilidad de subir a caballo, lo rechacé para hacerlo a pie, ya que indica que es de fácil acceso. La cuesta es durilla, el guía me comenta que en ese día había bastante humo.
Seguimos ascendiendo por la senda del Parque Nacional veo la Laguna de Calderas asentada en un antiguo cráter y que surte de agua potable a las aldeas y comunidades de su falda.  Voy escuchando el  frecuente trueno del Pacaya,  y aunque el guía me comente que es lo habitual me da mucho respeto. En varias ocasiones pensaba en el caballo, pues el olor a  azufre me iba dificultando respirar cada vez más.  Sin embargo entre parada y parada disfruto del paisaje y tomo unas fotografías de la  panorámica de la Sierra Madre.
Rio de lava
Al final del sendero llegamos a una extensión plana donde observo hasta unas lenguas de lava que detona hasta donde llegó una de las erupciones. El guía me va ascendiendo al volcán por las piedras de lava. Comenta que tenga cuidado pues la lava es muy cortante.  No llegamos al cráter a 2550 metros pero nos quedamos a pocos metros en la zona donde se nota un fuerte calor que desprende el suelo, con mucha dificultad al respirar por el azufre, y donde pudimos presenciar a un par de metros, el río de lava.
Vale la pena todo el esfuerzo.



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