Península Valdés

Antes de llegar en el 1520 Magallanes, era habitada por los Tehuelches, de complexión alta y corpulenta. Es supone que el el origen del nombre Patagonia, viene de los primeros españoles que desembarcaron en la costa atlántica, al ver las grandes huellas que dejaban los indígenas debido a las protecciones de cuero que usaban como calzado.

General Roca aplicó un plan de aniquilamiento de las comunidades indígenas a través de una guerra ofensiva general con una marcha coordinada de varias divisiones. La campaña fue un verdadero genocidio; la rápida extinción fue la persecución sin tregua que les hacían los gauchos, estimulados y pagados por los patrones, cazaban los indios sin contemplaciones. Se llegó a pagar una libra esterlina por un par de orejas. Dejó un balance de 14 mil prisioneros. Lo importante para Roca era simplemente los millones de hectáreas recuperadas a los indios y su prestigio político militar.

Apostadero en Península Valdés

Debido a un sacerdote que escribió la riqueza de estas tierras, Gran Bretaña, Francia, Holanda, fundaron factorías marginales y temporales dedicándose de manera sistemática a la explotación de su fauna marina: ballenas y lobos marinos.

Ante esta presencia amenazadora y depredatoria, la Corona Española intensificó la colonización, impulsando a la fundación de nuevas poblaciones. Entre muchos intentos finalmente fundaron la Colonia San José en la Península Valdés.

El ministro Rawson, alrededor de 1860, autorizó el apoyo necesario para que se radique una colonia de 151 galeses, que querían preservar su identidad y patrimonio cultural, lejos de la influencia inglesa. Este contingente se estableció en la población Rawson. La relación de los galeses con los indios fue pacífica y fructífera; aprendieron las prácticas de caza y de recogidos y comercializar carne, pieles, cueros y plumas de austruç. La causa fundamental fue la aplicación del riego en la cosecha de trigo que fue el seguro de subsistencia dejando excedentes para el comercio. A partir de aquí el aumento de galeses extendió nuevas poblaciones como Trelew o Gaiman.



Excursión a la Península Valdés: Un paraíso donde encontrar la naturaleza.



Avistaje de Ballenas



Salgo de Puerto Madryn por carretera, según me cuentan haré unos 400 km en total de visita. La primera parada la hacemos en el Istmo Ameghino, donde hay un centro de interpretación con fotografías y un esqueleto de una ballena joven franca austral. Desde aquí existe una torre donde se dividan el Golfo San José y el Golfo Nuevo.

La excursión continua visitando Las Salinas y de regreso a Puerto Madryn.


Punta Tombo

Al día siguiente efectúo la excursión a Punta Tombo, la colonia continental de pingüinos más grande del continente. Punta Tombo, tiene los mejores suelos para cavar los nidos son de tipo arcilloso que les permite construir cuevas resistentes hasta la siguiente inmigración. Ando por los senderos junto a los pingüinos, te miran y se cruzan, tienen preferencia de paso...   Es una experiencia.

Apostadero de Leones Marinos

Continúo hasta Puerto Pirámides, zona donde salen las navegaciónes, según temporada puede ser de Junio a Principios de Diciembre, el avistaje de las ballenas francas australes.

En el mes de diciembre se observa que los apostaderos reproductivos comienzan a ser ocupados por los machos de los Lobos Marinos, quienes esperan la llegada de las hembras. A finales de febrero terminan las actividades reproductivas, quedando las hembras y crías en tierra firme.



Elefantas Marinas

Sigo con la visita hacia Punta Delgada, apostadero de los Elefantes Marinos, estos pasan la mayor parte del año en el mar y sólo se acercan a las costas para mudar el pelaje y reproducirse. Los machos llegan en agosto y las hembras el mes siguiente. A diferencia de los lobos, los machos dominantes pueden llegar a tener harenes de hasta 100 elefantas.